Sin buscarte te encontré

No sé si es muy pronto, y sinceramente me da lo mismo. Porque los sentimientos no tienen fecha de elaboración. Y si comencé a quererte tan pronto y tan deprisa, fue por algo.

Y es que cuando te ví la primera vez, algo dentro de mí se encendió, algo que pensé extinto hace tiempo, o algo que ni siquiera sabía que existía. No sé si fue tu sonrisa, o no sé si fue tu mirada, la que hizo que me diera cuenta de que te quiero conmigo, de que te quiero hacer feliz.

Me gustas, de una manera inexplicable, de una manera incontrolable, no hay centímetro de tu rostro que no me guste, no hay actitud tuya que no me guste, no hay momento en que no me hagas feliz, no hay momento en que no estés en mi mente.

Me tienes como una estúpida, escuchando canciones románticas al estilo de Taylor Swift, o Demi Lovato, cuando en mi vida las había escuchado; Leyendo historias de amor; Imaginándome el mundo a tu lado; buscando pretextos para encontrarte sin parecer demasiado desesperada; pensándote todo el día sin poder concentrarme en una sola cosa; encontrando to hermoso a mi alrededor.

Como tú no hay nadie, ni hubo, ni habrá. Y soy afortunada de tenerte a tí en mi vida. Y soy más afortunada aún, porque sin buscarte te encontré.

¿Qué me haces?

Pasé de ser una persona que no creía en el amor, y en el “felices para siempre”, a una persona que ahora quiere arriesgarse a conocer lo que es, arriesgarse a intentarlo.

No sé qué me haces realmente.

Y realmente tampoco me interesa.

Quiero seguir así.

Quiero seguir contigo.

Toda la vida, si es posible.